Titanes de Ichigualasto

Imagínese de pronto abrir los ojos y encontrarse en un ambiente que le provoca un fuerte impacto visual, porque delante suyo y a escasos metros se alza la imponente figura de un dinosaurio dispuesto a devorarlo. Esta es la sensación que se puede vivir al visitar la muestra “Titanes de Ichigualasto” que se expuso durante el mes de septiembre en el Auditorio Juan Victoria de la ciudad de San Juan.

El Museo de Ciencias Naturales de San Juan y la Fundación Arte y Ciencias son los responsables de esta creación, cuyo objetivo es dar a conocer el resultado de las investigaciones paleontológicas que se realizaron en el parque Ichigualasto “Valle de la Luna” por más de 30 años.

La muestra está compuesta por 23 figuras corporizadas y 8 esqueletos representados en su ambiente natural. Vivieron hace más de 200 millones de años en el período conocido como Triásico Superior.

La réplica más grande mide 20 metros de largo y 2 de alto. Se destaca la figura del dinosaurio más primitivo del mundo, el Eoraptor Lunensis.

Acompañan la muestra paneles que ofrecen datos sobre las piezas expuestas y un equipo de especialistas dan explicaciones sobre la representación de las escenas, sus significados, las piezas más antiguas y sus características biológicas; y también sobre las investigaciones, sus orígenes y los participantes.

En La Pampa se han hallado dos tipos de dinosaurios herbívoros en los departamentos de Puelén y de Hucal: Hadrosaurios y Titanosaurios. Los estudios científicos permitieron establecer que estos animales vivieron en el período Cretáceo y Cretáceo Tardío, hace unos 135 y 55 millones de años respectivamente.

En el museo de Ciencias Naturales de Santa Rosa, ubicado en la esquina de Pellegrini y Quintana, se pueden observar muestras óseas de estos ejemplares.

La región patagónica, principalmente las provincias de Neuquén y Río Negro, es una de las más importantes de América del Sur por el hallazgo de restos fósiles de dinosaurios.

Onelia Cabiati

Del boceto a la obra

Jorgelina Galicer fue la única mujer escultora que llegó de Mar del Plata para participar en el Primer Simposio Nacional de Escultura, desarrollado en Santa Rosa del 31 de octubre al 7 de noviembre. Tiene más de 60 años y concibe su arte como una profesión, una vocación que no se cura nunca, donde conjuga el desarrollo de la obra de manera personal y su tarea como docente. Y si bien fue la única participante, Jorgelina contó que hay muchas mujeres escultoras, pues la escultura no es ninguna condición de género.

Su fascinación por la técnica del grabado la llevó a ingresar a la Escuela de Bellas Artes, inclinándose luego hacia la escultura. Antes de comenzar concibe la obra en su mente y luego trabaja con bocetos hasta llegar a la pieza ya terminada y en tamaño natural.

Para trabajar la madera -explicó- el escultor no puede estar lejos de lo que la tecnología le brinda, porque ayuda enormemente a la rapidez y buena terminación de la obra.

Al preguntarle sobre el material usado en este simposio, consideró al caldén como una madera semidura y muy maleable, con la que trabaja cómodamente. En cuanto a otros materiales, Jorgelina explica que los utiliza según lo requiera el momento, pero el que más le agrada es la madera.

Galicer ya ha participado en más de 70 eventos provinciales, nacionales e internacionales a cielo abierto; esto le agrada porque el estar en contacto con el público, dialogar con éste y hacerlo partícipe de su obra, es lo que da sentido a un taller de esta naturaleza.

Muchos adultos mayores llegan a esta edad y se sienten todavía en plenitud, en forma, vigentes, llenos de iniciativa y planes; tienen un lugar en la sociedad, se consideran capaces, útiles, dignos.

Jorgelina Galicer, escultora, demuestra que todo esto es posible y más, si uno se lo propone.

Marta Yurk


Una maravilla virtual: la Biblioteca Digital Mundial


Este año el Día del Libro contó con una antesala de excepción: la UNESCO y 32 instituciones asociadas presentaron, el día 21 de abril, la Biblioteca Digital Mundial (BDM), un gigantesco archivo virtual de documentos históricos que van desde mapas, textos, fotos, grabaciones, libros y películas de todos los tiempos.

Cada documento fue escaneado e incorporado en su idioma original, aunque aparece acompañado de una breve explicación en siete idiomas - árabe, chino, inglés, francés, ruso, español y portugués -, en la que se comenta su significado y contenido.

Para conocer el origen de esta iniciativa hay que remontarse a 2005. Fue James H. Billington, bibliotecario del Congreso de Estados Unidos, quien propuso la idea, ya que según sus palabras, podría tener el efecto beneficioso de unir a las personas, exaltando el carácter profundo y excepcional de las diferentes culturas en un proyecto a escala mundial. El objetivo de esta monumental biblioteca es despertar la curiosidad de los estudiantes y el público en general, también crear capacidades en las naciones asociadas al proyecto, con vistas a reducir la brecha digital entre los diferentes países y dentro de cada uno de ellos.

Cuatro años después, el proyecto se ha hecho realidad y fue la sede de la UNESCO en París donde se hizo la presentación.

Entre los muchos tesoros culturales, los más antiguos son algunos códices precolombinos, gracias al aporte de México, y los primeros mapas de América, dibujados por Diego Gutiérrez para el rey de España en 1562.

La BDM comenzó a funcionar con unos 1200 documentos, aunque fue pensada para recibir un número ilimitado de ellos. Es fácil de navegar, el acceso es gratuito y los usuarios pueden ingresar directamente por el sitio Web, sin necesidad de registrarse. Basta ingresar a la dirección www.wdl.org para tener la sensación de tocar con las manos la historia universal del conocimiento.

Marta Yurk